martes, 31 de mayo de 2011

La única ventaja competitiva sostenible I


La aparición en el escenario de la economía mundial de China y del resto de países emergentes, ha acelerado los procesos de cambio. Sectores enteros entran en crisis y se derrumban en periodos cortos. Las innovaciones se perpetúan menos tiempo en el mercado y son copiadas o superadas por nuevos competidores asiáticos que ofrecen precios mucho más bajos.

Los desarrollos industriales low-cost de China y otros países asiáticos se fundamentan en sólidas bases entre las que está el dumping social y que hacen imposible competir en costes a los países desarrollados.
Todos los sectores se están viendo afectados. El sector industrial manufacturero es el que sufre el mayor impacto. El fomento de la actividad industrial basada en volúmenes con costes bajos en los países desarrollados ya no tiene sentido, al enfrentarse con las ventajas competitivas de los países emergentes contra las que no se puede competir sin renunciar a los niveles de vida que actualmente tienen los países avanzados.

En esta situacón el valor de la carrera por la innovación y el emprendimiento de nuevos proyectos salen reforzados como única opción a esta nueva situación. Incluso un país como Estados Unidos reconoce que su futuro económico queda totalmente en las manos de los emprendedores innovadores (ya sean empresas o el entrepreneur tradicional) que sean capaces de crear nuevos proyectos con nuevos productos y servicios, nuevos modelos de negocio, nuevos mercados o nuevos procesos.

Para una empresa su única ventaja competitiva es la capacidad de emprender e innovar permanentemente en sus procesos, productos y estrategias de marketing y gestión. Para el fomento del desarrollo económico en un país no tiene sentido ningún programa que no tenga como objetivo propiciar el caldo de cultivo en su país ó región donde las empresas puedan desarrollar en las mejores condiciones el desarrollo de emprendimiento e innovaciones.


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